Isabel de la Lastra es organista en ceremonias de boda. Me ha mandado su repertorio siguiendo el orden cronológico de una boda para ver si puede ayudaros a elegir.

– En la entrada del novio suelo tocar la Cantata 147 de J.S.Bach, muy agradable y conocida, para darle tiempo a situarse junto con la familia y amigos dentro de la iglesia. La novia debe entrar con la iglesia repleta, porque si no, la sensación de vacío es apabullante.

Fotografía de Click10

– Para la entrada de la novia, tengo varias opciones: la Marcha Nupcial de Mendelssohn (Sueño de una Noche de Verano) que es la más conocida; la Entrada de la Reina de Saba, de Haendel (muy bonita); la Marcha del Príncipe de Dinamarca, de J. Clarke, muy sonora.

Fotografía de Click10

– Entre las lecturas, algo corto, como Ombra mai fù (de la ópera Jerjes), de Haendel, o el Preludio n.1 para clave, de J.S.Bach.
– En el Aleluya, va muy bien el Benedicat Vobis, de Haendel, o su Aleluya; o un Canon a 4 voces titulado Alleluja, de Mozart. A mí me encanta el Canticorum Iubilo de Haendel.
– En el rito del matrimonio, va muy bien el Aria de la Suite n.3, 1068, de Bach.


– En el Ofertorio, elijo entre: Ave María de Schubert; Ave María de Bach y Gounod; Ave María de Caccini (precioso).
– En el Santo, toco el Heilig! de la Misa Alemana de Schubert.
– Con la Paz, es muy bonito escuchar el canon Dona Nobis Pacem, de Mozart.
– La Comunión es el momento de explayarse, a elegir: Canon de Pachelbel; Adagio de Albinoni; Lascia ch´io pianga (de la ópera Rinaldo), de Haendel (mi preferido); un arreglo del Preludio de la Suite n. 1 para violoncello de Bach; Canción con coro de Sueño de una noche de verano, de Mendelssohn.
– Al final de la ceremonia, la Marcha Nupcial (de la ópera Lohengrin) de Wagner; Canticorum Iubilo, de Haendel, o el Aleluya, también de Haendel.


– Y durante las firmas y fotos, cualquiera de la lista de la Comunión, que no eligiéramos antes.

Bueno, por supuesto, se puede intercambiar el orden de las piezas, según gustos y preferencias.