Ana es maquilladora especializada en novias e invitadas de boda con su empresa ART Maquillaje, (ya os la recomendé hace tiempo) por eso me hacía especial ilusión enseñaros cómo fue su boda. Se casó en el Santuario de Chilla (Candeleda), a dos horas de Madrid, y luego celebró una comida con sus más allegados en La Dehesa de Postoloboso, la casa que tiene su familia al borde del Pantano del Rosarito.

«Antes de que llegara la gente, me metí en el agua para refrescarme porque hacía mucho calor», me cuenta Ana en un detalle que deja entrever el carácter relajado que tuvo la celebración. «Me maquillé y me peiné yo misma. Fue una boda pequeña, de andar por casa en la que todo lo hicimos nosotros: los centros, las flores, las sillas…».

El vestido de novia era de Nacho Aguayo de piqué, el velo de plumeti y unos zapatos de cuña de esparto de Castañer. El ramo era de margaritas.

Los centros de mesa eran cestas hechas con papel de periódico trenzado expresamente para la boda y rodeadas por hiedra artificial y en vez de flores, estaban rellenos de pan recién hecho que se podía comer. Una idea que me ha encantado.

Como una de las amigas de Ana es Casilda Arizón, muchas de las invitadas llevaban vestidos de Dear Prudence by Casilda Arizón.

«El ramo se lo dí a mi prima Marta Navascués y como no había música, en el momento de la entrega llevé un altavoz inalámbrico conmigo en el que sonaba la canción de los Beach Boys, Wouldn`t be nice«.


Después de la comida celebraron una fiesta en el paraje rural El Mirlo Blanco con todos sus amigos en la que bailaron a modo de vals la canción Patience de Guns N´Roses.

Juanma Coderch
Juanma Coderch
Juanma Coderch

Las fotos son de Isabel Solano 630 590 850 y de Juanma Coderch