Ana y Rubén recorrieron un montón de kilómetros para casarse en Asturias, aunque ella es madrileña, el mexicano y ambos viven en Mexico. Eligieron la Iglesia de Soto de Luiña porque ahí se casaron los padres de Ana y lo celebraron en una finca en Salamir, porque era el lugar donde Ana pasaba sus veranos cuando era niña.

Ana eligió un look muy sencillo. La peinó Bárbara de la peluquería Barbareando y la maquilló Lorena González para MAC.

El ramo, totalmente campestre, lo recogió y lo montó esa mañana con flores frescas Carmencita, una amiga de su madre.

El vestido era un dos piezas diseñado por Nacho Aguayo. La pieza de arriba era un batín de de encaje rosa y el vestido base era de muselina con godés en dos tonos uno un poco humo y el otro blanco. El punto «canalla» se lo dió con un cinturón de cuerro y herrería.

La madre de Ana también llevó un diseño de Nacho Aguayo realizado en seda rosa degradé. Estaba espectacular.

La novia minutos antes de salir hacia la iglesia con Nacho Aguayo:

Todas las fotografías son de Cecilia Álvarez-Hevia Arias. Puedes seguir sus trabajos en su blog Le Temps des Cerises.

 

CONTINUARÁ…