Cristina Pérez Hernando es estilista de la revista SModa. Coincidí con ella trabajando en Vogue Suplementos hace algunos años y cuando me enteré que se había casado supe que iba a tratarse de una celebración muy especial. Acostumbradísima a organizar producciones de moda tuvo muy claro desde el principio quienes eran los mejores profesionales para ese día. «Con el equipo de diseñador, maquillaje, decoración y fotos que conseguí… ¡Era casi imposible que no saliera bien!», me cuenta.

Se casó el pasado 15 de junio en la iglesia de Santa Bárbara, con un vestido diseñado por Nacho Aguayo. «Él me dio la idea, yo buscaba algo original y elegante y que fuese un vestido de novia pero sin ser estandarizado. Descubrió un vestido de noche de los años sesenta y de ahí ideamos juntos el vestido final», explica Cristina.

Las joyas con las que completó el look fueron dos pulseras, una del siglo XIX y otra de los años 50´s en la muñeca, otra pulsera que se colocó a modo de diadema y unos pendientes, todo de Barcena. Las alianzas eran de Cartier donde grabaron la fecha de la boda y el título de una canción: la de Cristina fue P. s I love you de The Beatles y Santi se grabó You really got me de The Kinks. Para la fiesta se cambió de vestido y también de joyas escogiendo unos pendientes turquesas de Dannijo para Muic.

Para el maquillaje y peluquería confió en Jose Belmonte y Manu Fernández, dos genios auténticos con gran experiencia dentro del mundo de la moda. El maquillaje fue sobrio y el pelo estaba recogido en trenzas inspirándose en el desfile de Valentino Primavera Verano 2012.

 

Las flores corrieron a cargo de Elisabeth Blumen.

 

Los invitados eran mitad franceses mitad españoles, entre ellos se encontraban amigas estilistas, artistas plásticas, arquitectos..

Como Cristina estuvo viviendo en París cinco años, y conoció en aquella época a Santi, decidió celebrar la boda en el Hotel Ritz porque era lo que más le recordaba a esa ciudad. La decoración quería que fuese acorde con el sitio pero a la vez que sorprendiese y se la confió a Isabel Marías de Elisabeth Blumen. «Sólo enviándonos dos emails repletos de fotos y referencias me cogió la idea» cuenta Cristina. Estaba todo inspirado en la moda, el siglo XVII-XIX y en París, cada mesallevaba el nombre de un diseñador y llenó todo de postales antiguas de moda, y de objetos como relojes o libros todo en tonos azules y dorados.

Después para el baile se cambió el look entero excepto las sandalias de Lanvin. Se puso un cuerpo de Balenciaga reedición de un diseño de Balenciaga que Nicolas Ghesquiere utilizó en su desfile de PV12. La falda fue un diseño de Nacho Aguayo, perfecta para ese cuerpo. En la imagen con el fotógrafo Jorge Monedero:

Fotografías de Elena Olay. Más fotos de la decoración en la página web de Elisabeth Blumen