Romancera presenta en exclusiva, una vez más, su nueva colección de novias después de que el año pasado también contara conmigo para dar a conocer su primer línea de vestidos convirtiéndose en uno de los referentes del sector.
Tras un intenso trabajo, y gracias a la motivación que ha supuesto la confianza de muchas novias en la firma, como Amaia, vuelven con una nueva meta: «diseñar para el cuerpo y el alma, construir puentes entre pasado y futuro», asegura Tamara Vázquez, fundadora de la marca y diseñadora.
Vuelven a centrarse en aunar nostalgia y tendencia con patrones influenciados por el arte y la naturaleza que respiran simplicidad y riqueza para reivindicar el tan complicado oficio de la costura, «principio fundamental desde la creación de la firma».
Una vez más eligen a la fotógrafa Pipi Hormaechea «cuya visión describe a la perfección la atmósfera de Romancera, en una sacudida poética y visual»; y Nacho Fernández ha sido el responsable del maquillaje y la peluquería. Además, incluyen en esta sesión de fotos, la delicadeza de Inés Urquijo, «que aporta su sensibilidad a través de sus composiciones florales y nos invita a adentrarnos en Pomona, su huerto y su espacio de trabajo», que ha servido como localización.
Además, Romancera llegó a París el pasado mes de septiembre de la mano de Printemps Paris y está disponible, además de pidiendo cita, en el espacio Mariage de Printemps Haussman.
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