En septiembre, Victoria me mandó unas pocas fotos de su boda que había sido en agosto porque el blog «fue particularmente inspirador durante la preparación», me decía. Las fotos han sido un soplo de aire fresco estos días y he querido animaros a todas con esta boda tan especial.
Ella es de Burdeos y trabaja como asesor legal en Condé Nast. Conoció a Eloi, que es de Aviñón, hace ocho años en la Universidad de Bristol, mientras ambos estaban de Erasmus. «¡Desde entonces hemos estado juntos! Vivimos en París durante un año; en Nueva York otros dos años y hemos estado viviendo en Londres los últimos 5 años». Victoria me cuenta que les encantan ambas regiones de Francia «y decidimos dividir nuestra boda entre los dos sitios».
Estas son las fotos de la ceremonia civil que tuvo lugar en Cabo Ferret (Burdeos), donde la familia de la novia tiene una casa de verano en la ciudad de pescadores de Le Canon, y la boda religiosa (que espero enseñaros pronto) fue cerca de Aviñón unos días después.
Para este primer día, Victoria eligió un vestido de Sofie d’Hoore, una firma belga, «que distribuye mi madre en su boutique Sceno 10. Me encantó la estética minimalista». Y se maquilló y peinó ella misma.
Como joyas, «mi amiga Sarah Santos, diseñadora de joyas en París, hizo mi anillo de compromiso; también llevaba los pendientes de perlas de mi madre y una cruz de diamantes de mi abuela (que era española y lamentablemente falleció hace 10 años)».
Los zapatos eran de Filippa K, una marca sueca que también venden en la tienda de su madre. «Son súper sencillos, pero modernos y como la ceremonia civil era bastante informal y me encajaban a la perfección». Y el ramo estaba compuesto por una hortensia blanca, flor típica de la zona, que compraron esa misma mañana.
Eloi llevaba un traje verde de Paul Smith y unos zapatos vintage de J.M. Weston.
La ceremonia civil fue en el Ayuntamiento «Mairie» que se encuentra justo debajo de la casa de la familia de Victoria; con 50 invitados entre amigos cercanos, familiares, damas de honor y padrinos de los novios. «Tuvo lugar durante el día y fue muy sencilla y alegre.»
Después, se fueron todos caminando por el pueblo hasta La Canfouine, un sitio al que Victoria suele ir con su familia a tomar ostras y vino; y luego comieron en la casa.
«Tras la comida, bajamos a la playa con música y champange para nadar y bailar, fue muy divertido», dice Victoria.
«Por la noche terminamos, en un bar, Chez Pierrette«. Y, al día siguiente, se fueron con varios amigos a navegar.
Las fotos son de Adam Wells. «Tuvimos mucha suerte de que mi amigo, un fotógrafo súper talentoso que vive en Estados Unidos, pudiera venir».
Próximamente en el blog, las fotos de la ceremonia religiosa.
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Me encanta esta boda tan facil, donde el objetivo es estar juntos con la gente que de verdad te importa y celebrar tu boda. 10 para la novia!!?
Me encanta!!! Què guapos los dos y que plan tan perfecto. El sitio ideal.
Qué guay lo de celebrar dos bodas! Eso mola mucho cuando tienes amigos y familiares divididos en varios lugares. He visto las fotos de la otra boda y sin duda yo me quedo con esta! Me encanta todo el rollo que desprende, me mola lo casual y lo natural que es, ojalá más bodas así! Con playita y fiesta después 🙂