Esta sombrerería abrió en Madrid en el año 1962 y desde entonces se dedica a crear sombreros y tocados únicos. Un sombrero realza mucho un look y puede darle el toque diferenciador al resto de invitadas. A veces me gustan incluso para las novias, sobre todo los tocados que tienen que son divinos. Cada año se renuevan con nuevas creaciones mezclando diferentes materiales para lograr piezas que se adapten a todos los requisitos de cada evento.